etica 
La ética estudia qué es un acto moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, es decir busca las razones que justifican la adopción de un sistema moral u otro.

Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios determinados. Una sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá términos tales como “bueno”, “malo”, “correcto”, “incorrecto”, “obligatorio”, “permitido”, etc., referidos a una acción, a una decisión o incluso contendrá a las intenciones de quien actúa o decide algo. Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, o acciones. Se establecen juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: “Ese hombre es malo”, “no se debe matar”, etc. En estas declaraciones aparecen los términos “malo”, “no se debe”, etc., que implican valoraciones de tipo moral.

distincion entre etica y moral 
La ética y la moral pueden parecer lo mismo, pero si te paras a analizarlas por separado puedes encontrar que tienen algunas diferencias. Por ejemplo, puede parecer ético que alguien consuma carne, pues no se incumple ninguna norma social, pero al mismo tiempo, se puede encontrar la idea de matar a un animal como repugnante.
Lo que este ejemplo de la carne viene a implicar es que una sociedad o un conjunto de personas tienen una ética como si fuesen reglas de conducta, mientras que la moral, es más cosa del propio individuo, de sus propios factores personales y espirituales.
La ética influye en las normas de conducta de una sociedad.
La moral influye en las normas de conducta de una persona.
Otro ejemplo lo encontramos en la caza del zorro en Inglaterra. Para la sociedad inglesa resultaba ético participar. No se vulneraba ninguna regla ni se atentaba contra la propia sociedad. Sin embargo, fue la moral de unos pocos individuos, que al agruparse, hicieron ver al resto de la masa que la tradición de la caza resultaba un atentado contra las libertades del zorro. Que no merecía la pena divertirse a costa del sufrimiento de otros animales, por lo que esta idea pasó de la moral a la ética global de la sociedad, hasta el punto de llegar a establecer una ley de prohibición.
La ética siempre está muy claramente establecida y muy bien definida. Tomemos el ejemplo de los profesionales como los médicos o los abogados. Saben que no pueden revelar el historial clínico de sus pacientes a nadie que no sea el propio paciente o bajo una orden judicial que le obligue a hacerlo. Un abogado, a su vez, nunca va a poner en peligro el interés de su cliente, tiene que defenderle aunque sea culpable de algún delito.
Pero la moral no está tan claramente establecida. A diferencia de la ética, nos podemos encontrar con dilemas morales, nunca dilemas éticos.
Vamos con otro ejemplo. El tema del aborto. ¿Es moral abortar? Por un lado, pueden aparecer convincentes razones que nos hagan ponernos en su favor., pero por otro lado se está acabando con una vida humana.
Éticamente hablando el asunto es sencillo. Sólo hay que dejarse llevar por las directrices que son socialmente aceptables y que benefician a todos. Moralmente, afecta a cada individuo de una manera diferente y es entonces cuando aparecen los dilemas.
Por tanto, podemos ver que la moral y la ética, aunque son aparentemente similares, en realidad son muy distintas. Mientras la primera constituye un marco básico de conducta personal, lo que es correcto o lo que no, la segunda supone un conjunto de directrices o leyes que definen las prácticas aceptadas así como el comportamiento de un grupo de personas o sociedad.
costumbres 
Costumbre es un hábito o tendencia adquirida por la práctica frecuente de un acto. Las costumbres de la vida cotidiana son distintas en cada grupo social, conformando su idiosincrasia distintiva, que, en el caso de grupos definidos localmente, conforman un determinado carácter nacionalregional o comercial.
Las costumbres son formas de comportamiento particular que asume toda una comunidad y que la distinguen de otras comunidades; como sus danzasfiestascomidasidioma o artesanía.
Estas costumbres se van transmitiendo de una generación a otra, ya sea en forma de tradición oral o representativa, o como instituciones. Con el tiempo, estas costumbres se convierten en tradiciones.
Generalmente se distingue entre las que cuentan con aprobación social, y las consideradas "malas costumbres", que son relativamente comunes pero que no cuentan con la aprobación social, y suelen promulgarse leyes para tratar de modificar las costumbres.

modelos eticos 
  • VIRTUDES: La máxima aspiración del hombre consiste en la felicidad y esta solamente puede conseguirse a través de Dios. Son Sócrates, Platón y Aristóteles sus máximos exponentes. La felicidad se alcanza mediante la práctica de las virtudes que son actitudes de equilibrio en todos los ámbitos de la vida humana: justicia, fortaleza, templanza, veracidad, liberalidad, etc. La contemplación de las verdades, el ideal superior de vida virtuosa, el bienestar de toda la sociedad, es lo que debe orientar las relaciones entre sus miembros.

  • UTILITARISMO: Jeremy Bentham y su discípulo Stuart Mill son sus exponentes, quienes ven al placer como máxima felicidad rechazando el dolor; el hombre tiende, espontánea o instintivamente a buscarlo, y a eso le llama útil y bueno. Mill da mayor importancia a la calidad del placer y no a la cantidad, acertando que los placeres intelectuales o del espíritu son más valiosos que los sensuales. El utilitarismo es un marco teórico para la moralidad, basado en una maximización cuantitativa de consecuencias buenas para una población. 
  • ESTOISISMO: El estoicismo es el ideal del hombre; consiste en vivir conforme a la naturaleza y a aceptarla tal y como es, de este modo existe el camino de la perfección. Esta doctrina es fundamentalmente de carácter moral y a esta actitud se une la conciencia de la dignidad humana basada en que todo el universo es divino, esto quiere decir que nosotros como seres humanos somos iguales, tenemos la misma dignidad, siendo igual de respetable el esclavo como el que está libre. 

  • DEL DEBER: Contrario a la heteronomía que fundamentaba las éticas anteriores a Kant, este filósofo alemán funda una nueva ética, autónoma, que consiste en que la moralidad misma del hombre constituya el fundamento último y la fuente original de todas las normas morales. Para Kant, ese único fundamento de la norma moral es el deber y radica en la voluntad del hombre, en la buena voluntad: “obra siempre de tal manera que la máxima de tu voluntad pueda valer como principio de legislación universal”. El hombre encuentra la perfección moral en el cumplimiento del deber por el deber mismo.

  • COMUNICATIVA: Se trata de una ética formal basada en el diálogo y la comunicación y desarrollada por Apel, Habermas y Adela Cortina, entre otros pensadores del siglo XX, que la justifican y la fundamentan en una sociedad pluralista y democrática y le ponen énfasis al procedimiento para llegar entre todos a una normativa moral universal.Todos los miembros de una comunidad se deben reconocer como interlocutores y de esa manera llegar a establecer unos mínimos por consenso. Adela Cortina ha representado este modelo como el de la “responsabilidad solidaria”, con lo cual trata que no se quede en el mero discurso sino que el diálogo esté orientado hacia la consecución de lo objetivos propuestos.

  • AXIOLOGICA: Max Scheler y Nicolai Hartmann desarrollan esta corriente en contraposición a la ética kantiana y piensan que es bueno aquello que realiza un valor y malo aquello que lo impide: el valor moral de las personas radica en los valores objetivos, de carácter positivo o negativo, que encarnan su conducta. Los valores poseen algunas propiedades: objetividad, subjetividad, cualidad, polaridad, jerarquía e historicidad.

  • LIBERACION: Ética promulgada por Enrique Dussel y que tiene un alto sentido de alteridad por medio del cual se busca la liberación y el reconocimiento del otro como otro, como una posibilidad. Así, penetra todos los ámbitos de la humanidad: desde el punto de vista erótico en donde la mujer se libera de la dominación del macho, de las relaciones de autoridad y poder en el aula en la relación maestro-alumno, en la relación padre-hijo, entre gobernados y gobernantes, etc.

  • SUPER HOMBRE: Separa de manera tajante la ideología destinada a educar el espíritu de la sumisión de los trabajadores (moral de los esclavos) y la ideología en que se ha de inspirar la educación de la casta de señores (moral de los señores), para quienes preconiza un individualismo sin freno en el derecho y en la moral. Piensa Nietzche que la humanidad se ha dividido en dos: los débiles, a quienes los ha llamado esclavos, mediocres, incapaces de vivir por sí mismos, y los poderosos, solitarios y muy escasos que constituyen una raza superior caracterizada por valores opuestos a la raza inferior. La filosofía del poder lleva consigo el sello maquiavélico de “el fin justifica los medios”, por lo cual quienes hacen parte de ella son personas amorales, a quienes no les importa pasar por encima de otros para lograr sus objetivos, al precio que sea.
la etica de la felicidad
La obra aristotélica se compone en su mayor parte de tratados dedicado cada uno de ellos a las distintas ramas en que se irá diversificando, y finalmente dividiendo, la filosofía: Física, Lógica, Ética, Política, Metafísica. Concretamente son tres los libros que hoy recogen el pensamiento ético de Aristóteles, siendo el de Etica a Nicómaco el más canónico y citado. Aristóteles partía de la concepción del hombre como ser social o político: un hombre que se completa en los demás, en la comunidad. Esta cuestión, central en el pensamiento aristotélico, es reivindicada hoy por los críticos del pensamiento individualista liberal.
Pero antes es preciso desarrollar la idea de que el hombre tiene un bien o un fin, idea que es el núcleo de la ética. Ese fin fin o bien que busca el ser humano no es otro que la felicidad. En efecto, la felicidad es aquello hacia lo que todos los seres humanos tienden, por lo que se y no otro debe ser el contenido de la ética: conducir al ser humano a la felicidad.
La virtud y la felicidad
La felicidad es lo que todos los hombres quieren, pero no está allí donde la mayoría suele buscarla: la felicidad no radica en la riqueza ni en los honores ni en el éxito. La felicidad está en la vida virtuosa. ¿Cuál es nuestra función en este mundo? Sólo la respuesta a preguntas como esta nos dan la clave de la virtud y, en consecuencia, de la felicidad. Aristóteles, para contestar al interrogante, repara en los tres géneros de la vida que ya Platón había separado: la vida vegetativa (propia de las plantas), la vida sensitiva (propia de los animales), y la vida racional (propia del animal racional que es el hombre). En una ética como la griega, dirigida a la formación del carácter, lo que busca no es eliminar los deseos, sino más bien encauzarlos hacia ese fin que es la virtud o la felicidad, es decir, tratar de conseguir que los deseos y la sensibilidad de cada uno no obstaculicen ni entorpezcan el camino hacia la vida feliz.
Las ideas no son el punto de partida del conocimiento moral: no sabemos qué es el bien porque conozcamos la definición ideal del bien, como no sabemos qué es la salud a partir de una definición teórica y general de la vida sana. Aprendemos a ser buenas personas, virtuosas, en la práctica, enfrentándonos con situaciones difíciles y procurando elegir bien y tomar la decisión más correcta o la menos equivocada. La virtud es una actividad práctica consistente en saber escoger el término medio, un término medio peculiar en cada caso y para cada persona, que escapa pues a las definiciones generales.
La virtud y el término medio
La vida feliz es una vida “reglada” por la razón y no abandonada al desorden de deseos y pasiones, reglas que tienen que ver con la moderación porque las cosas se destruyen (se “desvirtúan” o dejan de ser ellas mismas) tanto por exceso como por defecto. Aristóteles nos ha ha dejado distintas listas de virtudes. Para entender el significado de la idea de virtud sobre todo conviene fijarnos en las cuatro virtudes cardinales: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
Las virtudes aristotélicas se clasifican en dos grandes tipos: virtudes éticas y virtudes dianoéticas. Las virtudes dianoéticas no se adquieren por la costumbre, como ocurre con las virtudes éticas, sino por la enseñanza. La clasificación es consecuencia del rechazo de su autor de una concepción puramente intelectual de la virtud, así como de la convicción de que la vida virtuosa, propia de la existencia humana, no consiste en una actividad exclusivamente racional, sino también sensitiva, que tiene que ver con las emociones y no sólo con la razón. Así, las virtudes éticas se originan mayormente por la costumbre, por los hábitos, y son las que más directamente contribuyen a formar el carácter de la persona. Ser virtuoso no consiste en realizar de vez en cuando un acto virtuoso, sino en serlo durante toda la vida.
La virtud de la prudencia (phrónesis)
La prudencia es una de las virtudes dianoéticas o intelectuales (junto a la sabiduría o la contemplación). El prudente es aquelkairos), hacer lo que conviene en cada caso que sabe juzgar rectamente tomar la decisión justa, aprovechar el momento oportuno (. Dicho de otra forma: el que a fuerza de intentar ser virtuoso acaba siéndolo. Pensar sanamente equivale a pensar “normalmente”, pensar lo correcto o lo que hay que pensar. En este sentido Aristóteles ha sido acusado de conservadurismo y de complacencia con el status quo, un defensor del pensamiento normal, de lo equivaldría a lo hoy llamado “políticamente correcto”. La prudencia constituye la síntesis de todas las virtudes pue consiste en esa regla que manda buscar la medida y el término medio y que se encuentra personificada en el hombre prudente.
“La virtud es un modo de ser selectivo, siendo un término medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello por lo que decidiría el hombre prudente”. En esta definición se encuentran todos los rasgos que caracterizan a la virtud aristotélica:
  1. “Un modo de ser selectivo” porque la elección del término depende de las situaciones que nunca son inguales (la mejor dieta no es la misma para el atleta que para el que no lo es);
  2. “Término medio relativo a nosotros” porque es a cada uno a quien corresponde determinar dónde está para él y en su caso el término medio;
  3. “Determinado por la razón”, que actúa sobre el deseo y rectifica los excesos o defectos derivados del mismo;
  4. “Y por aquello que decidiría el hombre prudente” como referencia última que nos permite determinar o identificar la conducta virtuosa.

éticas autónomas  y éticas heteronomas

En las éticas autónomas siempre la ley o normas provienen del mismo hombre y nunca del entorno de el. Mediante el razonamiento el hombre se determina y limita a si mismo para obrar moralmente. Pero el crea sus propias normas para construirse y no simplemente para destruirse.

Como su mismo nombre lo dice esta es autónoma y logra crear todo tipo de normas sin la necesidad de guiarse por algo ni por alguien, si no que cada uno por si solo logra realizar dicho proceso, al hacer esto el hombre se dice que se encuentra en una mayoría de edad, sin ningún tutor que lo guié ni que le indique que hacer ni como actuar.


Como su mismo nombre lo dice esta es autónoma y logra crear todo tipo de normas sin la necesidad de guiarse por algo ni por alguien, si no que cada uno por si solo logra realizar dicho proceso, al hacer esto el hombre se dice que se encuentra en una mayoría de edad, sin ningún tutor que lo guié ni que le indique que hacer ni como actuar.  


En la esfera moral, la autonomía implica una voluntad libre que muestra mediante la razón que ciertos principios morales son correctos. 

Podemos decir, para clarar, que si uno actúa de acuerdo a una moral autónoma sigue los principios porque los considera su deber. Es decir, la autonomía se rige por el cumplimiento del deber por el deber mismo



Las éticas heterónomas son aquellas externas al hombre y a su voluntad, son impuestas ya sea por la naturaleza, por dios o por nuestra propia esencia.
Una acción será considerada buena cuando se adecue a esas obligaciones morales impuestas. En palabras mas sencillas el hombre sigue el actuar de los demás y no pone sus propias reglas y normas, guiándose siempre por el que hacer de los otros. Si el hombre se encuentra en esta situación se dice que este individuo se encuentra en la minoría de edad.

La obligación moral vienen de autoridades externas, como la naturaleza, Dios o también impuesta culturalmente, todas estas obligaciones son impuestas en contra de nuestra voluntad es decir no dependen del sujeto agente, se considera uno de los principales ejemplos de lo que denominamos ética heterónoma son las Leyes que el Estado nos impone. Una de las principales variedades de las éticas heterónomas es el hedonismo ya que esta basados en el utilitarismo. En si el hombre siempre se ve ligado a estas éticas, donde su opinión no cuenta, lo único que cuenta es lo imponente de nuestras leyes, de nuestras costumbres irrefutables, en si el hombre en cualquier sociedad se ve sometido a esto, el hombre nunca es libre, sus decisiones estarán ligadas a mantener sientas reglas, evitando pasarse de estos limites.

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etica contemporanea
          La ética es la especialización filosófica acerca de la cual más se ha escrito y se escribe en este fin de milenio. Desde su mirada se abarca una gran cantidad de temas cruciales. La fundamentación de nuestras acciones, los replanteos acerca del significado de la libertad y de la justicia en el contexto del mundo como mercado, los temas derivados de los avances de las ciencias y de la tecnología, los debates entre aquellos que intentan dar una fundamentación universal de las normas y los que las relativizan en función de las diferencias de cada comunidad; los problemas de biótica, el desafío ético que nos plantea la ecología, etcétera.
    Todo esto nos permite pensar que las cuestiones fundamentales de la filosofía se concentran actualmente de una manera especial en las reflexiones éticas. De este modo el panorama es sumamente vasto.

    Modernidad y posmodernidad

          La ética no puede ser comprendida genuinamente sino a través de su historia. Esta afirmación se vuelve relevante para nosotros, los habitantes de este mundo en este fin de milenio, no tanto porque cambien en el año 2000 en adelante, cuatro números en el calendario, sino porque esto coincide con un cambio de época. Muchos intelectuales y filósofos llaman a este cambio de época el pasaje de la modernidad a la posmodernidad. ¿Cómo entender este cambio? Gran parte de la bibliografía de estos últimos veinte años ha sido dedicada a ello.

          Bastaría con preguntarnos si creemos que el progreso de la ciencia, de la economía, del arte, le permitirán a la humanidad vivir en un mundo mejor. Sin duda esta pregunta es muy difícil de responder, pero nos puede servir como un test para entender una primera gran diferencia entre la modernidad y la posmodernidad. El prototipo de hombre moderno es aquel que confía en que el curso de la historia debe estar orientado por el progreso, vive y proyecta su vida para ello. Para él, el progreso garantiza que el día de mañana será mejor que el de hoy. En cambio, la posmodernidad surge del descreimiento, de la desconfianza y hasta el escepitcismo. Ya no se cree que el progreso constituye necesariamente un bien para la humanidad. "El progreso se ha vuelto rutina", dice el filósofo italiano Gianni Vattimo en su libro El fin de la modernidad.

          En la posmodernidad se desvalorizan todos los ideales y expectativas. La falta de confianza en el futuro, junto con la desaparición de los grandes proyectos comunes (ideologías de la emancipación, utopías), dejan un vacío que a menudo es llenado por el pesimismo o el desinterés, que conducen al hombre actual hacia un proceso de creciente aislamiento.

          Jean Francois Lyotard, otro filósofo que se ha ocupado de pensar la posmodernidad, sostiene que ella resulta del desarrollo de la modernidad. Dice que "la posmodernidad es cosa moderna", y describe "la condición posmoderna" como la instancia en la que el hombre se ve cada vez más lejos de poder incidir con sus acciones en el curso de la historia. Experimenta la sensación de que los acontecimientos se han vuelto independientes respecto de sus actos, y que lo que cada hombre puede hacer es demasiado poco.

          Defender el proyecto moderno es defender la necesidad de fundamentar racionalmente nuestras acciones, mantener la autonomía del arte, la ciencia y la moral. En definitiva, seguir sosteniendo que la racionalidad es la condición de posibilidad de un mundo donde todos y cada uno de los hombres puedan llegar a ser libres. La transformación consiste en pasar de la filosofía del sujeto a una filosofía de la acción ínter subjetiva. Todo el trabajo de Habermas se orienta hacia este fin: pasar del paradigma físico-matemático, que ha dominado en la modernidad, al paradigma de las ciencias sociales, y desarrollar una teoría de la comunicación entre sujetos, a diferencia del sujeto cartesiano.

    La 
    posmodernidad y la cultura de los medios
       Muchos intelectuales y filósofos sostienen que la posmodernidad es una época producida y dominada por la cultura de los medios de comunicación (especialmente la televisión).Los medios de comunicación permitieron el acceso a la opinión pública de minorías de todo tipo. Se trata de un proceso pluralización que hace imposible un punto de vista único acerca de la realidad. Muchos pensaron que la simultaneidad de la televisión y la circulación de la información darían como resultado una sociedad más transparente donde los obstáculos de la comunicación serían eliminados. Sin embargo a ocurrido lo contrario. Al multiplicarse los centros desde donde surge la información se multiplicaron también los sujetos y las narraciones, lo que dio lugar a una fragmentación de la imagen del mundo.

          El predominio de los medios de comunicación en la sociedad actual ha ido generando una cultura del espectáculo donde la finalidad pareciera ser, tal como la indica Alain Finkielkraut, "llenar bien los ojos para vaciar la cabeza". Basta en recordar los numerosos programas periodísticos en los cuales la información se convertiría en Show. En este sentido, Jean Baudrillard, sostiene que con el televisor el mundo se mete en nuestra casa. El límite entre lo público y lo privado ha sido disuelto por la invasión de los medios. Su poder simulador procede una realidad más poderosa y, por ello, más real que la conformada por sujetos y objetos.

          Si pensamos en el poder de los medios en lo que se refiere a la formación de la conciencia pública, notaremos que vivimos en un mundo más complejo, plagado de informaciones, y donde la realidad se fabrica día a día. Es un desafío para todos aprender a habitar este mundo interrogado por la tecnología y la comunicación.

    La ética del discurso

          Varias son las alternativas que se han planteado en torno de la prolongación de las ideas modernas. Jurgen Habermas es quien más se ha dedicado a la tarea de una reconstrucción crítica de la racionalidad como base de la sociedad democrática y como cumplimiento del ideal emancipa torio de la modernidad. Habermas desarrolla su teoría de la acción comunicativa, la cual constituye una ética del discurso. A diferencia de los filósofos modernos, él parte de un concepto de racionalidad ínter subjetiva que se expresa mediante los actos de habla o de comunicación. De este modo sustituye la problemática moderna que se centra en la conciencia subjetiva, por una reflexión crítica acerca del lenguaje.

          La teoría de la acción comunicativa contiene una crítica trascendental del lenguaje, o más específicamente de los actos de habla. Su intención principal es la de desarrollar una pragmática universal de los actos del habla. Cuando uno de nosotros habla, es ese mismo acto, se encuentran estructuras universales que sólo pueden ser puestas de manifiesto críticamente. Así como para hablar un idioma no necesitamos conocer explícitamente su gramática, tampoco necesitamos conocer los elementos universales que se encuentran en el acto mismo de hablar. Éstos sólo pueden ser reconocidos mediante una reflexión posterior.

          La idea de Habermas se centra en que, del mismo modo que existen estructuras sintácticas y gramaticales, también existe una pragmática contenida en el habla cotidiana. Por lo tanto, al igual que la sintaxis y la gramática expresan los rasgos universales presentes en el lenguaje, es posible establecer una pragmática universal de los actos de habla mediante una crítica trascendental del lenguaje. Por ejemplo, cada vez que alguien me dice algo, lo escucho suponiendo que lo que me dice es verdad, más allá de que lo dice sea verdad o no. La comunicación sólo se hace posible partiendo de la confianza en tal intención. De este modo nos encontramos con un principio supuesto en la intencionalidad de toda acción comunitaria.

          Pensemos cuántas veces nos vemos ante la necesidad de tomar una decisión conjunta, la cual depende del grado y de la legitimidad de nuestra comunicación, es decir, de nuestra capacidad de expresar nuestra posición y de comprender la de los otros. Lo que Habermas propone es que esta teoría de la acción comunicativa nos permita elaborar el concepto de una comunidad ideal de habla. Sabemos que este ideal de comunicación nunca podrá ser alcanzado, pero su función es la de corregir nuestros modos de comunicación. Una decisión justa es una decisión fundada en el consenso alcanzado mediante la argumentación racional de las posiciones de todos los involucrados.

          Pensemos en un grupo que reclama a uno de sus integrantes por su mal comportamiento: esa demanda se podría expresar en una serie de juicios que podría resultar así:
    No colaborar con el grupo durante el campamento es malo.

    S no colaboró
    S se comportó mal
          Como los juicios éticos contienen siempre una valoración, por ejemplo "S es un mal compañero", no son verificables en el sentido en que lo son los juicios científicos, por ejemplo "todos los metales se dilatan por el calor". Los primeros dependerán de la fundamentación de los argumentos que sean aportados a la discusión para validar el juicio emitido.

          Habermas afirma que la validez del juicio ético se obtiene a través del consenso construido mediante la comunicación producida por argumentos racionales. De este modo descarta la posibilidad de aceptar como legítimos aquellos consensos limitados a lo que opina la mayoría. La cantidad no da certeza, la mayoría puede equivocarse. Y propone lo que él llama consenso dialógico-argumentativo, que tiene características especiales que deben ser respetadas para asegurar la validez del acuerdo alcanzado:
    En la discusión cada uno de los participantes deberá exponer sus argumentos, responder a las críticas, argumentar en función de los intereses propios de su grupo.

    Cada participante, por el solo hecho de entrar en la discusión, reconoce a los otros hablantes competentes como sujeto a derecho.
    Los participantes en la discusión deberán renunciar al uso de la fuerza, la amenaza, la manipulación ideológica, el engaño, etcétera, para defender racionalmente sus argumentos.
    Un consenso será legítimo y fundamentará una norma moral legítima, cuando se respetan todas las normas de procedimiento.

          Habermas reformula el imperativo categórico Kantiano. La razón es dialógica, esto significa que no puede haber excluidos en la discusión, y que todos los argumentos deberán ser atendidos. La ética del discurso, como Habermas llama a esta propuesta que comparte en sus puntos fundamentales con Karl Otto-Apel, no aspira a delinear el contenido de las normas morales o los ideales de vida buena, sino a ejercer una función crítica y legitimar o no los acuerdos políticos, económicos sociales alcanzados dentro de cada comunidad histórica o entre las naciones. En este sentido se puede decir que es una ética procedimental o formal.

          La ética del discurso da pautas para que los sujetos y los pueblos en su variedad cultural puedan determinar lo que es bueno para todos sus ciudadanos mediante un debate abierto.
          El pensar se desarrolla en el diálogo. Aprender a pensar es aprender a argumentar y a confrontar con los argumentos de los otros.
          Lo más importante es poder llegar a fundamentar las normas básicas de convivencia desde esta racionalidad comunicativa, lo cual puede se entendido como los fundamentos éticos de una teoría de la comunicación.

    Ética y responsabilidad

          A causa del gran avance científico-tecnológico, la ética ha adquirido en nuestra época nuevas dimensiones de responsabilidad . Esta problemática es analizada por Hans Jonas en su obra El Principio de responsabilidades. Este autor sostiene que la ética hasta ahora se aplicaba a la evaluación de la acción con un alcance inmediato. Tenía que ver con el aquí y el ahora, son situaciones concretas de los hombres tanto en la esfera pública como en la privada. La acción u omisión tenía que ver con aquellas personas que rodeaban al autor de un hecho y que se vieron afectadas por su acción. Pero no había responsabilidad por efectos posteriores no previstos.

          Hoy el hombre ha ampliado la esfera de su acción, ya que mucho de lo que hace traerá consecuencias para la vida futura de los seres humanos. Estamos hablando del impacto de la ciencia y la tecnología, tanto en el plano de la vida humana como en el de la naturaleza en general. La propuesta consiste en pensar un modelo ético que parta del impacto de la tecnología en la naturaleza, de modo tal que se pueda regular el costo futuro de las acciones.

          Porque, como sabemos, la tecnología está impulsada por el progreso constante, se supera a sí misma día a día, y su finalidad es lograr un mayor dominio sobre las cosas. Es un inmenso poder el que se está desplegando. Por esto, Jonas señala que si la esfera de la producción invadió el ámbito de la acción, la moral tendrá que penetrar el ámbito de la producción y concretarse en política públicas. Pensando fundamentalmente que no existen hoy día políticas públicas que legislen con miras al futuro, que tengan como sujeto de la ley a las generaciones futuras.

          Este modelo ético para del imperativo categórico Kantiano reformulado de la siguiente manera: "Obra de tal manera que tú quieras que lo que hagas permita seguir manteniendo la vida del planeta". La obligatoriedad estará puesta en que la acción que se realizará debe garantizar la continuidad de la existencia humana. Es importante poner el acento en los efectos que se desprenden de las decisiones que se toman. Esto significa que "no hay derecho a arriesgar la vida de las generaciones futuras a causa del progreso de la actual".

          A la ética le interesan el futuro previsible y el futuro remoto, del que también somos responsables. Las políticas públicas debieran estar orientadas a responder también por los intereses de los no nacidos aún y, en este sentido, de los que tienen poder.
          Entonces la ampliación de la esfera de la responsabilidad está dada porque la ética hoy nos exige
    Responder por un acto del cual se es causa, o por su omisión;
    R esponder ante los otros, es decir, por el poder que tenemos sobre los demás
    R esponder por el futuro, por los efectos de nuestras acciones a largo plazo, en las generaciones por venir.
          Así, este imperativo, a diferencia del Kantiano, abre un horizonte temporal, exige pensar en "un futuro real previsible como dimensión abierta de nuestra responsabilidad".


    Ética y derechos humanos

          En la ética contemporánea, los derechos humanos ocupan un lugar de importancia. Ellos son un conjunto de valores considerados universales y propios de todo ser humano. La Declaración Universal de los Derechos Humanos data del 10 de diciembre de 1948. La misma fue formulada por la Asamblea de las Naciones Unidas y está compuesta por treinta artículos en los que se reconocen internacionalmente un conjunto de valores universales expresados como derechos inalienables de todo hombre. El derecho a la vida, a la educación, al trabajo, a la propiedad individual, a la libertad de pensamiento, de conciencia y de profesar su religión y, además, a no ser torturado ni detenido arbitrariamente, son algunos de los más importantes de ellos.

          Si bien la conciencia de los derechos humanos ha crecido desde entonces, lamentablemente también han aumentado las formas de violación de los derechos humanos cercano a todos nosotros. Pero, como ejemplo contrario, debemos señalar la lucha por el reconocimiento y el respeto de estos derechos, realizada por la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (A.P.D.H.). Los resultados de esa investigación fueron publicados en un libro titulado "Nunca más".

    Problemas de ética aplicada

          El campo de la ética aplicada es sumamente vasto. Abarca problemáticas tales como ética y economía, ética y política, ética y educación, ética y medio ambiente, bioética. Este último es el campo que más difusión ha tenido debido a los temas que trata. La bioética es un saber interdisciplinario que reflexiona en torno de problemas referidos a la vida humana. En ella intervienen la filosofía, la biología, la medicina, el derecho, la religión, la economía, la política y la sociología.

          Esta nueva rama de la ética surge por los avances científico-tecnológicos en biología y medicina, y los nuevos interrogantes que éstos generaron. Los trasplantes de órganos, los progresos técnicos en la práctica de reanimación y del diagnóstico prenatal.

          También han iniciado los cambios en la práctica de la medicina generados por la creciente tecnificación de sus instrumentos. Unido a esto cabe señalar el surgimiento de un nuevo concepto de salud orientado a la prevención, el cual exige nuevas tareas, tales como planificación familiar, planificación del medio ambiente, nutrición. Así como también una concepción diferente del vínculo médico-paciente, basados en el respeto por la libertad y los derechos del enfermo, tales como el derecho de acceder a su historia clínica, a rechazar un tratamiento o a pedir compensación por una mala práctica. Este creciente progreso científico-tecnológico ha contribuido a extender la esperanza de vida del hombre, así como a mejorar su calidad de vida. Pero también ha generado problemas morales y de derecho ante lo que se considera un abuso de su aplicación, como por ejemplo el comercio de órgano, el alquiler de útero, la eutanasia, la eugenesia y la clonación, entre otros. La pregunta que se plantea es que si todo lo que puede ser hecho, debe hacerse (concepción liberal, en contra de la Moral Cristiana). La bioética trata de encontrar criterios racionales válidos para todo hombre, desde los cuales discernir que debe hacerse y que debe evitarse atendiendo a la dignidad de la vida humana y al respeto que ésta nos merece.
    etica latinoamericana

Las virtudes son conceptos éticos donde se aprecian los actos de significación positiva o buena de las personas, y cada virtud depende de clases sociales y épocas.

Las virtudes se fundamentan, sobre la rectitud del hombre , a través de una filosofía, para alcanzar la perfección
de este. En este momento podemos considerar dentro de una sociedad capitalista que el ahorro, el espíritu emprendedor son virtudes que mejoran al hombre en su parte económica como personal dentro de estas virtudes se encuentran otros tipos de virtudes que se basan en Dios y su Fe se llaman virtudes teologales que vienen o se refieren directamente a Dios como la Fe, Esperanza y caridad, teniendo como principio básico la Fe, creyendo en lo que no entendemos y no vemos.

Cada virtud se fundamenta en una fe, y en situaciones diarias como sucede con la fortaleza dentro de una sociedad, clasista demostrando resistencia a estos pero que al final de cuentas nos resignamos a lo que pueda suceder por que ya no tenemos esa Fe que nos puede liberar, por esto debemos tomar conciencia y ponernos en una situación mas ofensiva sin dejar caer esa Fe.

La justicia se fundamenta en los fenómenos sociales teniendo una particularidad especial que la interpretación de ellas se considera absoluta y verdadera dando a cada uno lo justo , realizando un equilibrio resultante de la igualdad de la naturaleza entre los hombres, de aquí radica que debemos tener una fortaleza para aguantar y luchar por cosas justas para todos.

De esta forma podemos redescubrir nuestro espíritu de justicia y satisfacer nuestras necesidades humanas , físicas y sociales.


LA JUSTICIA EN EL CAMPO NACIONAL, FAMILIAR Y COMUNITARIO.


La justicia en los países subdesarrollados o de dependencia y dominación se ven destruidas, las estructuras sociales por que ninguno reacciona contra las injusticias dadas en una sociedad, el hombre se ve obsesionado por un egoísmo donde cada uno se salva como pueda esto implica que en esta sociedad no haya moral o esta se encuentre en decadencia la cual lleva a una injusticia en todos los ámbitos, como el familiar el comunitario y nacional.

En la nación se presenta una injusticia social por la explotación y acumulación de riquezas para pocas personas, esto hace que se presente desigualdades sociales creando una brecha inmensa en la cual, son muy pocas las personas beneficiadas y muchas las explotadas .

Dentro de las injusticias en el campo nacional podemos considerar la gran cantidad de desempleados que hay en este momento, lo cual producen protestas que pueden llegar a ser violentas ante un gobierno, o convertirse en delincuentes como única solución y creando problemas de seguridad sin que el gobierno realice una verdadera reactividad económica, dando empleo temporales y no fijos, por que muchas veces el gobierno engaña al pueblo diciendo que el desempleo ha disminuido, lo cual es cierto pero son empleos transitorios de tres o máximo seis meses, lo cual no mejora la estabilidad económica o como en muchas ocasiones donde el mismo gobierno privatiza instituciones dándolas a entidades explotadoras de los trabajadores quitando todo s los derechos conseguidos por ellos.

Esta situación genera unas desesperanza en los trabajadores por lo tanto no hay motivación, y las empresas tienden a la ruina; podemos llamar este un gobierno democrático; donde día por día hay miles de niños que mueren por física hambre mientras el gobierno invierte millones de dólares en una guerra que no tiene fundamentos sociales si no económicos.

Dentro de todo este desorden moral, la injusticia se pasea a sus anchas en una sociedad sin valores donde cada persona esta ocupada en problemas menos trascendentales, como ocurre con la clase burocrática .

muchas veces el estado no le da la inversión necesaria a programas de educación, salud, vivienda y recreación etc, que son elementos básicos para que el ser humano viva dignamente Creando así un desarrollo económico, moral e integral del ser humano y de su propio país.

En el campo familiar, la justicia es discriminatoria con las mujeres los niños y los viejos , en el caso de las mujeres estas son maltratadas , tanto físicamente como sicológicamente, son discriminadas por su sexo, su trabajo no es valorado como en el caso del hogar, aunque en muchos casos las mujeres son profesionales ganan salarios mucho mas bajos que el de los hombres y están relegadas a trabajos subordinados, la mujer siempre ha sido la que debe sacrificar su superación personal ya que cuando organiza su vida, la sociedad impone que debe encargarse de los hijos y su esposo.

En los niños ocurren acontecimientos similares pero con la diferencia que estos no pueden defender sus derechos muchas veces por ignorancia, inocencia o por amenazas contra su vida de parte de los mayores, muchas veces son castigos físicos y sicológicos, en este campo dentra a jugar un papel importante el estado el cual brilla por su ausencia, por que este no le confiere garantías que puedan permitir un desarrollo normal, cómo su educación, salud, recreación, los niños han sido discriminados ya que los adultos no toman encuenta su forma de pensar de actuar y siempre han sido subvalorados por no decir ignorados.

En los ancianos la discriminación no solo es de la familia si no de la sociedad misma, ya que estos la consideran personas no productiva.

En nuestra cultura se considera que un anciano es una persona que no tiene derecho a opinar y que es una carga para la misma familia por el hecho que se disminuyen sus capacidades físicas mas nunca intelectualmente,por sus experiencias vividas son seres que pueden aportar mucho a la familia y la sociedad.

En algunas sociedades el anciano es la persona mas importante en la jerarquía familiar ya que son valoradas por su experiencia y sabiduría.

En la parte comunitaria, la justicia no se aplica de forma ecuánime ya que no son cumplidos los derechos humanos básicos como el derecho a la salud, la vida y la educación; en la salud no se hace una cobertura total de la población y si hay un servicio de salud este no cumple con los requerimientos básicos como medicamentos, personal especializado y condiciones dignas de atención al usuario, puesto que todos éstos problemas conllevan a atentar contra la vida misma.

El derecho a la vida ha sido poco valorado por los actores del conflicto en Colombia, los valores éticos se han perdido por la falta de educación y la enseñanza de valores morales y la codicia humana, donde el ser humano y la vida tienen un precio, ha llegado a tal grado de falta de valores que por dinero matan, roban, secuestran y realizan masacres a personas que no tienen que ver en el conflicto.

Podemos concluir que la educación es el factor mas importante tanto en la familia como en la sociedad,
por que ayuda al desarrollo del individuo y la sociedad y mejora el nivel de vida y salir de la ignorancia.

En la educación es indispensable realizar nuevas metodologías donde el individuo se le enseñen valores morales e intelectuales para no cometer los mismos errores e injusticias, realizando una toma de conciencia y razonamiento dándonos cuenta de que todos somos personas iguales de esta forma hacemos el verdadero espíritu de la justicia y la defensa de los derechos innatos de todos los seres, otro factor importante es enseñar el valor de la verdad y la sinceridad para reconocer nuestros errores y derechos al otro.

 
LA ÉTICA LATINOAMERICANA LAS ACTITUDES FUNDAMENTALES PARA LA CONVIVENCIA HUMANA.

Haciendo una reflexión sobre la alteridad como una actitud fundamental para la convivencia humanal esta es el fundamento de todos los principios morales y éticos los cuales nos dan opción fundamental tener un compromiso y actitud clara acerca de nuestra vida como ser racional para llegar a una convivencia humana es necesario saber la situación actual de cada persona saber que cada ser es un mundo distinto que es irrepetible pero que a su vez debe tener una interacción de convivencia, el hombre es un animal de posibilidades que pueden optar por distintos actitudes de vida de abrir nuevos horizontes y de cambiar distintas situaciones.

Esta actitud arranca del reconocimiento del otro con valor en si mismo para que se realice a si mismo, podemos buscar nuevas alternativas y romper el horizonte de lo ya experimentado rompiendo el habito de la repetición cambiando así cualquier situación y realizar un futuro diferente.


axiologia
La axiología (del griego άξιος 'valioso' y λόγος 'tratado'), o filosofía de los valores, es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos.
​ El término axiología fue empleado por primera vez por Paul Lapie​ en 1902 y posteriormente por Eduard von Hartmann en 1908. La reflexión explícita acerca de los valores, sin embargo, es anterior a la noción de axiología y puede remontarse a Hume, quien se preocupa principalmente por los valores morales y estéticos y elabora una teoría anti-metafísica y nominalista de los valores. Con todo, la teoría de David Hume define los valores como principios de los juicios morales y estéticos, visión que será criticada por Friedrich Nietzsche y su concepción genealógica de los valores, según la cual no solo los juicios estéticos y morales dependen de valores, sino que hasta las verdades científicas y las observaciones cotidianas responden a ciertos valores y formas de valorar (Irracionalismo Voluntarista, cercano a Arthur Schopenhauer, y contrario a la Ilustración promovida por Immanuel Kant).  Desde luego y antes de ellos, en orden de importancia estaría la filosofía de Immanuel Kant, que ubicaría la posibilidad de una Ética en el fundamento del Sujeto y de la Razón Sustancial (y no en la mera racionalidad instrumental del cálculo al estilo del Utilitarismo de Bentham). Para Kant solo puede haber ética si hay Libertad, condición de la necesaria Autonomía, frente a la Heteronomía impuesta.

Así para Kant, -en contra del conservador Hume-, el Mundo de la Necesidad es el Mundo de la Física, o sea el Mundo de la Mecánica de Newton (Kant fue físico antes que profesor de filosofía). Kant lector crítico de Hume, rescata la Física de Newton, pero elabora una Teoría del Sujeto como Fundamento último de su sistema filosófico ("Gründ", en alemán), idea desarrollada luego por G. Fichte y posteriormente por G.F.W. Hegel. Para efectos de una Ética, no es su amada Física de Newton la que necesita Kant acá, sino de las Ideas Reguladoras de una Razón (Sustancial), que usa al Entendimiento (categorías de la razón instrumental para construir conocimiento científico) y a la Sensibilidad (lo empírico, la expereriencia sensible). Así Kant reconcilia a la Razón científica y filosófica con la posibilidad de Emancipación práctica (política y ética). Los grandes valores en Kant, ya no estarán fosilizados en la vieja Metafísica, de inspiración religiosa, sino en la Ilustración y sus valores emancipatorios y racionales, y serían parte del Mundo de la Razón y sus Ideas Reguladoras. Por otro lado y desde una matriz discursiva diferente, Marx desde la Crítica a la Economía Política desarrolla una crítica al valor, que va más allá de la crítica a la usual mistificación entre valor de uso y valor de cambio. Marx desarrolla así una crítica al concepto económico de valor para fundamentar en buena medida sus críticas y análisis socio-económicos. Ciertamente el precio no es el valor, pero la lectura de esta crítica social no es religiosa ni moralista, ni metafísica, sino con pretensiones científico-sociales. Desde luego, la crítica marxista aunque parte de elementos filosóficos, va más allá de ellos, porque se ubica desde los elementos socio-históricos que la permiten. Marx y luego el Marxismo (en sus diferentes desarrollos discursivos), propone(n) una Teoría y una Praxis, que parte de su Teoría de la Historia (usualmente conocida como Materialismo Histórico, en sus diferentes variantes), así como desde su concepción sociológica que parte de una moderna Teoría de la "lucha de clases", para explicar las diferentes hegemonías y formas de dominación, en las diferentes formaciones históricas concretas y en los más generales Modos de Producción. (Por ejemplo: el Modo de Producción Esclavista, el Modo de Producción Feudal, el Modo de producción Asiático, el Modo de Producción Despótico-Tributario, Modo de Producción Capitalista, Modo de Burocrático, Modo de Producción Socialista, etc. El aporte discursivo fundamental de Marx fue su crítica a la moderna alienación de las grandes mayorías de la población mundial bajo el sistema-mundo capitalista. Así plantea el "fetichismo de la mercancía", por medio del cual la "forma-mercancía" permea toda la cotidianidad principal humana. Con anterioridad y desde que hubo un excedente económico humano, hay relaciones mercantiles. Pero es con el Capitalismo como modo hegemónico de producción , y sobre todo con el Capitalismo Industrial, y desde luego con actual el Capitalismo Financiero, que las relaciones humanas de forma generalizada, se ven condicionadas por la forma-mercancía. Esto quiere decir, que la gran mayoría de los valores sociales vigentes tienen un origen mercantilista. Así, el ser humano, cuyo trabajo es el origen social de toda riqueza, se escinde de esta genealogía, de esta génesis social, y termina valiendo menos, que su producción, que es la mercancía. Estas operaciones culturales colectivas, a veces se hacen muy sutilmente y aprovechando elementos inconscientes colectivos (revisar a Freud y los aportes del Psicoanálisis acá), pues el ser humano está abocado a la reproducción de su vida inmediata, mediante su trabajo alienado, por lo tanto, no puede conocer el origen estructural de su alienación colectiva. Así, la solución no sería solo ética y discursiva, sino teórica y práctica política, para que pueda transformar su actual condición social alienada.)

La axiología contemporánea, no solo trata abordar los valores positivos, sino también los negativos (o anti-valores), analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una «ética axiológica», que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler y Nicolai Hartmann. Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos principales fundamentaciones de la ética junto con la deontología.

De acuerdo con la concepción tradicional, los valores pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse con base en su importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más alta que otros. El problema fundamental que se desarrolla desde los orígenes mismos de la axiología, hacia fines del Siglo XIX, es el de la objetividad o subjetividad de la totalidad de los valores. Max Scheler se ubicará en la primera de las dos posiciones. El subjetivismo se opondrá, desde el principio, a este enfoque. Y entenderá —a la antigua manera de Protágoras— que lo estrictamente humano es la medida de todas las cosas, de lo que vale y de lo que no vale, y de la misma escala de valores, sin sustento en la realidad exterior. Alfred Jules Ayer mismo, en Lenguaje, verdad y lógica, su obra temprana, dejará los juicios de valor fuera de toda cuestión, en virtud de que no cumplen con el principio de verificación empírica. De esta manera, lo ético y lo estético no son más que «expresiones» de la vida espiritual del sujeto. No una captación comprobable del mundo externo.

Desde el punto de vista de Nietzsche, sin embargo, no hay una diferencia esencial entre lo que la concepción tradicional llama «juicios de valor» y los juicios científicos, ya que ambos están fundamentados en valoraciones que se han configurado históricamente y que constituyen por sí mismas los modos específicos de interpretar y vivir. Asimismo, tampoco hay diferencia esencial entre el juzgar y el actuar, ya que ambas cosas consisten en el despliegue de ciertas fuerzas que por definición son fuerzas que valoran y cuyo movimiento también depende de valoraciones previas.

Dentro del pensamiento filosófico existe un punto central que es cómo queremos llegar a ser en el futuro, en un estado mejor. Para poder pasar de un estado actual a un mejor estado es necesario que se comprenda primero que para hacer mejoras tenemos que fundarlas en ciertos puntos claves. En el pensamiento los hemos llamado siempre la axiología filosófica o la existencial, es decir los valores, que son aquellos fundamentados de la acción que nos pueden llevar a un estado mejor el día de mañana; esto se debe a que los valores dan sentido y coherencia a nuestras acciones.

La naturaleza del valor suscita el debate entre cientificistas de diferentes disciplinas. Se trata de un problema complejo que precisa de una especificación filosófica. La axiología es la ciencia que estudia los valores y estos poseen una connotación filosófica. En el artículo se exponen en forma breve, los antecedentes de la axiología y se presentan diversas interpretaciones del concepto valor, analizando estas desde la perspectiva de la filosofía marxista. Se destaca la respuesta dialéctico-materialista con respecto al valor, planteando que este es un fenómeno social, que posee significación en el contexto de la relación sujeto-objeto y que expresa las necesidades e intereses humanos.

subjetivismo axiologico 

El subjetivismo es una doctrina filosófica que afirma que la fuente de todo conocimiento y de cualquier verdad depende de cada individuo. El subjetivismo nace con los sofistas en el siglo V a.de C., cuando se comienza a incorporar nuevas doctrinas que sugerían obrar según la propia convicción.


Subjetivismo y relativismo


La diferencia entre subjetivismo y relativismo es que a pesar de ambos afirmar que la verdad depende de cada individuo, el subjetivismo concluye que no hay verdad absoluta, ya que todo conocimiento se limita al individuo, en cambio el relativismo acepta la validez de todos los puntos de vista, subrayando la dependencia a factores externos.
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Subjetivismo axiológico, moral y ético

El subjetivismo axiológico se refiere a la subjetividad en el sistema de valores, o sea, que los valores, la moral y la ética dependen de cada individuo y que es más un sentimiento que un hecho (David Hume). Se le llama también subjetivismo moral o subjetivismo ético. Sus grandes exponentes son:

  • Protágoras: "Todo cambia, por lo tanto nada es universal, inmutable ni innecesario".
  • Gorgias: "La filosofía del no ser".
  • Nietzsche: "La verdad será siempre relativa e individual".


Si las cosas no son valiosas de por si ¿Por qué valen? ¿Valen porque yo – como sujeto empírico, individual – las deseo, y en ese caso sería mi deseo, necesidad o interés lo que confiere su valor a las cosas? De ser así, el valor seria puramente subjetivo.  


El subjetivismo axiológico reduce el valor de una cosa a un estado psíquico subjetivo a una vivencia personal, traslada el valor del objeto al sujeto, la belleza del objeto no es puesta en relación con ciertas propiedades suyas, con cierta formación o estructuración de su materia, si no que la hace depender de la emoción o del sentimiento que despierta en el sujeto. 


No hay objetos valiosos de por si, al margen de relación con un sujeto, y, más propiamente con un sujeto valorizaste.  


 El subjetivismo yerra al descartar por completo las propiedades del objeto – ya sean las naturales o las creadas por el hombre – que pueden provocar la actitud valorativa del sujeto. 


Con todo, se debe reconocer la justeza de la tesis del subjetivismo axiológico: No hay objeto (valioso) sin sujeto (o sea, no hay valores en sí, si no en relación con un sujeto. 


El subjetivismo ha sido argumentado partiendo de observaciones empíricas diferentes. Se ha dicho que una cosa tiene valor cuando nos gusta y en la medida en qué nos gusta que sólo sean valiosas las cosas que deseamos o anhelamos, que es nuestro interés lo que hace que una cosa sea valiosa para nosotros. 



Objetivismo. 



El objetivismo axiológico rechaza la tesis del subjetivismo al afirmar, por el contrario: hay objetos valiosos en si (es decir, al margen del sujeto). 


Lo bueno y lo bello existen idealmente como entidades supra empíricas, intemporales, inmutables y absolutas que existen en sí y por si, independientemente de cómo se plasmen en las empíricas, temporales, mudadizas y relativas e independientemente también de la relación que el hombre pueda mantener con ellas conociéndolas o intuyéndolas.  


El objetivismo, en un extremo opuesto, argumenta que los valores son descubiertos, no atribuidos por nosotros a las cosas.

 El diamante siempre será más valioso que el grafito por sus propiedades objetivas de dureza, brillo y transparencia. 
El hombre puede descubrir la esencia de los valores del mismo modo que puede aislar un color del espectro es indiferente a su esencia que una persona los realice en ella o los descubra ya que los valores no resultan afectados por las vicisitudes humanas: son absolutos y objetivos.
 Pese a nadie juzgase que el asesinato es malo el asesinato seguiría siendo malo. Aun cuando el tema de los valores es considerado relativamente reciente en filosofía, los valores están presentes desde los inicios de la humanidad. Para el ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través de los tiempos. 
Se puede valorar de acuerdo con criterios estéticos, esquemas sociales, costumbres, principios éticos o, en otros términos, por el costo, la utilidad, el bienestar, el placer, el prestigio.


Pensamientos de 3 filósofos sobre la axiología.



 A) Adolfo Sánchez Vázquez: proponía que “Tener un contenido axiológico no solo significa que consideremos la conducta buena o positiva, digna de aprecio o alabanza, desde el punto de vista moral; significa también que puede ser mala, digna de condena o censura, o negativa desde ese punto de vista moral. En un caso u otro, la valoramos, o juzgamos como tal, en términos axiológicos”.- Esto quiere decir que lo axiológico no solo es bueno, si no que puede ser mala y no le quita lo axiológico. 

B) R.B. Perry: nos explica que “Lo que es objeto de interés adquiere valor por sí mismo. Un objeto, de cualquier clase que sea, adquiere valor cuando se le presta un interés de cualquier clase que sea”. 


C) Bertrand Russell: nos dice que “Las cuestiones referentes a los valores están fuera del dominio de la ciencia, no porque pertenezcan a la filosofía, sino porque “Están enteramente fuera del dominio del conocimiento”. 
el problema del subjetivismo 


Para entender la realidad nos valemos de la objetividad, principio que da pie a una aproximación coherente en función al entendimiento y el ente u objeto.



"... un compartir constante entre lo que uno interpreta de la realidad y la información que la realidad le proporciona a uno".

Pero las personas nos dejamos llevar constantemente por el subjetivismo que nos hace pensar que la realidad está en función a nuestros esquemas, buscando convertir la realidad según nuestro parecer.

Según Tomás de Aquino, la verdad es la adecuación del entendimiento y el ente; es decir, un compartir constante entre lo que uno interpreta de la realidad y la información que la realidad le proporciona a uno. Por el contrario, no podría ocurrir diferente: que la realidad se adecue a mi manera de pensar, o que mi manera de pensar se adecue al objeto sin mayor reflexión. 

Es ahí donde surge el problema al pretender que la realidad y todas las circunstancias estén en función a nuestras ideas cancelando inmediatamente otras posibilidades de realidad.

En situaciones cotidianas, cuántas veces nos ha ocurrido o hemos escuchado que en algunas ocasiones pensamos siempre el peor escenario o el más negativo, para finalmente darnos cuenta que lo ocurrido siempre fue algo positivo y lo más factible de ocurrir pero - consintiendo subjetiv
ismos - no se nos habría ocurrido. 
Un buen ejercicio es el tener una sana duda sobre las ideas o prejuicios que uno tenga, que en su mayoría son negativos, y convertirlos a positivos. La idea del pensamiento único no solo aísla a las personas sino que  las convierte en quienes deciden qué es verdad y qué no. 

Algunos tips para reconocer ideas subjetivas:

1. Por lo general las ideas son siempre negativas.
2. El contexto en el que se dan es también negativo.
3. Están acostumbradas a las falacias e ideas irracionales.
4. La persona se pone a sí mismo en el centro de la situación.
5. No se ve posible solución inmediata. 


La dificultad, inconveniente o contrariedad sobre la relación sujeto-objeto de conocimiento es un problema epistemológico que puede tener más de una solución.
Dicho inconveniente se puede remediar o enmendar —con conocimiento o desconocimiento del hecho— utilizando distintos supuestos filosóficos (objetivismo, subjetivismo o dialéctica).
Dichos supuestos, estimaciones o conjeturas epistemológicas dependen —a su vez— de la facultad o facultades (la razón y/o los sentidos) que el sujeto cognoscente ponga en práctica cuando pretenda conocer determinado fenómeno.
La facultad o facultades (razón y/o sentidos) que el sujeto ponga en juego, cuando pretenda problematizar un objeto de estudio, dependerá o dependerán, a su vez, de los intereses ontológicos del investigador.
Dichos intereses, haberes o beneficios se refieren —en el ámbito ontológico, existente o real— a pretender determinar a los demás (objetivismo), indeterminarlos (subjetivismo) o a negociaciones entre el determinismo y el indeterminismo (dialéctica) de los otros y de nosotros mismos.
En el ámbito educativo, es posible observar —derivado de lo expresado en los párrafos anteriores— que las exploraciones, descripciones, explicaciones, interpretaciones o comprensiones de los fenómenos, hechos o acontecimientos pedagógicos están determinados por los intereses ontológicos, existentes o reales de los sujetos que los elaboran.
Como consecuencia de este hecho, las teorías de la educación (conductista, psicoanalítica, humanista, cognitivista, psicogenética, sociocultural, etc.) promuevan discursos diferentes y contradictorios sobre los fenómenos, hechos, acontecimientos o sucesos educativos.
En ese sentido, es posible apreciar que a ello obedece la 
complejidad del fenómeno educativo y que debido a esto se trata de una cuestión política porque obedece a intereses diferentes y contradictorios.

objetivismo axiologico y su valor

Sus antecedentes históricos se encuntran en Platón en su doctrina metafísica de las ideas. Lo bueno y lo bello existen idealmente, como entidades inmutables, intemporales y absolutas que existen en sí y para sí, independientemente de cómo se plasmen en las cosas empíricas, temporales, mudadizas y relativas, e independientemente también de la relación que el hombre pueda mantener con ellas conociéndolas o intuyéndolas. Para los defensores de esta corriente valorar consiste en descubrir valores.
En esta corriente encontramos dos concepciones distintas.

1.      Para Max Scheller y Nikolai Hartmann., Los valores son independientes, tanto de los sujetos que valoran como de las cosas y los bienes en que se encuentran. Los valores son entes ideales, objetivos y absolutos, existentes en sí y por sí, que poseen una esencia propia y una existencia ideal.

2.      Otros filósofos pertenecientes a muy diversas corrientes filosóficas, como Maritain, Ortega y Gasset y casi todos los neoescolásticos, sostienen que no existen valores independientes en sí, sino objetos reales e ideales ( bienes), que por ser bienes poseen valor y se presentan a las personas invitándoles a su realización, o sea los valores son los propios seres reales e ideales en tanto en cuanto se presentan como bienes a las personas. La tesis fundamental de esta corriente objetivista puede sintetizarse de la siguiente manera: separación radical entre valor y bien, y entre valor y existencia humana.

Max Scheller subraya el carácter absoluto y trascendente de los valores. Según él, los valores son siempre los mismos, lo que cambia es el hombre histórico, que altera su orden respectivo. Pero los valores están ahí, y se descubren al igual que la verdad. Cuanto más valiosa es la persona, más abierta se encuentra a los valores.

Los valores en tanto cualidades necesitan de un depositario en qué descansar. Se nos presentan por tanto, sólo como cualidades de esos depositarios: la belleza de un trofeo, la hermosura de la rosa, la utilidad de una herramienta, la armonía de una escultura, en lo anterior existe cualidades para la existencia misma del los objetos, el volumen, el peso, la exactitud, la extensión, como ejemplo. Ninguno de estos objetos podría existir a la falta de esas cualidades. Son cualidades que los objetos  comparten con los demás objetos y que ellos mismos poseían antes de que se les incorporara un valor.

Los valores morales únicamente se dan en actos o productos humanos. Sólo lo que tiene una significación humana puede ser valorado moralmente, pero, a su vez, sólo los actos o productos que los hombres  pueden reconocer como suyos, es decir, los realizados consciente y libremente, y con respecto a los cuales se les puede atribuir una responsabilidad moral. En este sentido, se puede calificar moralmente la conducta de los individuos o de grupos sociales, las intenciones de sus actos, y sus resultados y consecuencias, las actividades de las instituciones sociales, etc.

Un producto humano puede soportar varios valores, aunque uno de ellos sea el determinante. Así, por ejemplo un poema puede tener no sólo un valor literario, histórico, sino también político, o moral. Es legítimo abstraer un valor de esa gran formación de valores, pero a condición de no reducir un valor a otro.

Puedo juzgar un poema por su valor literario o político, pero siempre que no se pretenda deducir de esos valores su valor propiamente histórico. Quien condena un poema desde el punto de vista moral, no dice nada que afecta a su  valor histórico, simplemente está afirmando que en dicha obra no se realiza el valor moral que él considera que debiera realizarse en ella.


Un mismo acto o producto humano  puede ser valorado, por tanto, desde diversos ángulos en cuanto que en él se encarnan o realizan distintos valores. Pero, aunque los valores se conjuguen en un mismo objeto, no deben ser confundidos. Esto se aplica de un modo especial a los valores morales y no morales. Hay que tener presente que los valores morales sólo se encarnan en actos o productos humanos, y, dentro de éstos, en aquellos que se realizan libremente, es decir, consciente y voluntariamente.



El desarrollo moderno de la teoría del valor ha sido posible también a partir de la teoría económica marxista que diferencia entre valor de uso y valor de cambio.

Veamos el problema del valor con respecto a un objeto económico como: la mercancía, es en primer lugar un objeto útil, satisface determinada necesidad humana. Tiene una utilidad para nosotros y, en ese sentido, posee un valor de uso. La mercancía vale en cuanto podemos usarla y el objeto útil no podría ser usado, y, por tanto, no tendría un valor de uso, si no.

Para que un objeto tenga un valor de uso se requiere que posea ciertas propiedades sensibles o materiales, que satisfaga una necesidad humana, sea natural o producto humano.

Cuando estos productos se destinan no sólo a ser usados, sino ante todo a ser cambiados se convierten en mercancías, y, entonces, adquieren un doble valor: de uso y de cambio.

El valor de cambio de la mercancía es diferente a su valor de uso. El valor de cambio, como el de uso sólo lo posee el objeto en su relación con el hombre, como una propiedad humana o social suya, aunque esta propiedad valiosa no se presente en el objeto(en la mercancía) con la claridad y transparencia con que se da en ella el valor de uso.

El valor de cambio como el de uso, no existe, por tanto, en sí, sino en relación con las propiedades naturales, físicas, del objeto que lo soporta, y en relación también con un sujeto, el hombre social, sin el cual tal objeto no existiría, potencial ni efectivamente, como objeto valioso.

VALORES: SUBJETIVISMO Y OBJETIVISMO AXIOLÓGICOS



La ética estudia los valores, es decir, las cualidades desables e importantes en las dimensiones fundamentales humanas del ser, el hacer o el tener, y que conforman el carácter.


En el proceso de elección y el hacer se presenta siempre la posibilidad de elegir entre varios actos posibles. Esta elección ha de basarse, a su vez, en una preferencia.


La teoría que fundamenta los valores se le llama axiología, por el término axon, valor, en griego. El hombre siempre a estudiado los valores, aunque no con el nombre y sistematicidad con que en la actualidad se realiza. 

Ya los grandes filósofos como Platón y Aristóteles, estudiaron con amplitud valores morales como la justicia, el bien, la responsabilidad, la moderación, la libertad, etc., a las cuales las designaremos como.

La historia de la filosofía reconoce como iniciadores formales de la axiología a los filósofos del siglo XIX, Hermann Lotze y Friedrich Nietzsche, al proponer categorías claves tales como: validez del valor, tabla de valores, trasmutación de valores, y otros.


En el siglo XX el filósofo Max Scheller hizo un aporte definitivo para la caracterización de los valores al definirlos en términos de cualidades relacionales, que corresponden a una escala jerárquica, que son bipolares.


Max Sheller propuso la siguiente escala jerárquica de valores:
1 Valores sensibles, como lo agradable y lo desagradable2. Valores vitales, como la salud, enfermedad, vejez, muerte3. Valores espirituales, que comprenden los valores estéticos ( lo bello y lo feo), valores jurídicos ( lo justo y lo injusto), valores ligados al ejercicio de nuestro conocimiento.4.   Valores religiosos, donde coloca Scheller el grado más alto, como lo sagrado y lo profano.


La acción ética para Scheller, consistirá pues, en la realización de los valores según esta misma jerarquía, los valores inferiores son sacrificados, cuando sea necesario, por los de rango superior. El sentido de la vida humana consiste para él, en la realización de los mismos. 

Ello es posible mediante la facultad estimativa. A finales del siglo XIX el tema acerca de valores cobró suma importancia, debido sobre todo a la obra de Friedrich Nietzsche, tiempo después, surgieron dos clases de opiniones contrapuestas respecto a la realidad del valor[13]: El subjetivismo y el objetivismo axiológico.




¿Qué importancia tienen los Valores en la actualidad?


En la actualidad la sociedad está pasando por momentos difíciles. Todos nos preguntamos el porqué de tanta violencia, porque la corrupción, la falta de respeto a las personas y a la vida. La presencia de todas estas situaciones tiene que ver mucho con la pérdida o falta de valores. Los valores los vivimos desde nuestra niñez y es un pilar que nos regirá durante toda nuestra vida.
Los valores tienen una marcada importancia dentro de nuestra de vida ya que es la pauta para nuestro actuar “una guía para el correcto proceder humano”, además de ser un pilar fundamental en la socialización humana. Es cierto que los valores sufren cambios a través del tiempo pero en la actualidad ha sido tan grande la metamorfosis que están desapareciendo; valores tan importantes como la verdad, justicia, honestidad cada día van perdiendo más valor en la vida diaria, con ello ¡no estoy diciendo que no se practican! Pero si pierden valor.
Los valores deben enseñarse en el hogar por el padre y la madre de familia, es en la infancia donde adoptamos estos y donde los debemos hacer parte de nuestra personalidad, tan importante es crecer sano como adoptar valores ya sean los llamados valores universales, de vida, morales, éticos, religiosos etc. pero que tienen el mismo fin “un correcto proceder humano” y digo humano porque los valores son estrictamente nuestros, los animales no tienen valores éticos, religiosos ni de ningún tipo.
Me hago una pregunta ¿a cuántos padres y madres les interesa que sus hijos adopten los valores? De 10 tal vez dos, por eso creo que como padres de familia debemos enfatizar más la práctica de los valores para que nuestros niños y niñas puedan conocerlos, practicarlos y hacerlos parte de su personalidad y de esta manera no crezcan como si estuvieran en la selva.


La sociedad está avanzando en cuestiones de ciencia y tecnología pero en cuestión de valores se está quedando atrás. El relativismo es una de las causas de la actual crisis de valores, pues deteriora la honestidad, la lealtad, la veracidad y la justicia; los hace parecer como ideales inalcanzables que solo pueden esperar de personas con una formación muy especial. Se supone que el practicar los valores crea satisfacción y dan sentido a la vida humana.










través de la historia el ser humano se ha
 preocupado desde el punto de vista moral y conducción social de los valores. Como 
aceptar lo bueno, lo justo, lo bello etc., etc., y
como contraposición a esto lo malo, lo injusto, lo feo, lo perjudicial lo que ha sido una interrogante desde que el hombre comenzó a organizarse en las sociedades en todo el decursar del desarrollo histórico de la humanidad y que ha sido objeto de temas filosóficos desde sus propios inicios en la sociedad y que se enmarca desde el sistema griego romano hasta los momentos actuales.
Dentro de los filósofos en el transcurrir histórico lo vamos a encontrar en los clásicos filósofos griegos, naturalistas como Demócrito (460-370 a.n.e) que expresan los valores en lo malo, horrible, lo bueno atendiendo a los resultados de las Leyes Naturales.
En el renacimiento y en la propia modernidad temprana de la ilustración y en particular el materialismo francés del siglo XVII fueron los máximos exponentes de estas concepciones (Valor).
Siguiendo el transitar filosófico sobre los valores desde el punto de vista del pensamiento filosófico tenemos a Manuel Kant (1724-1804) que para el ser humano es esencialmente egoísta y no esta preparado para realizar una acción valiosa y separa al hombre en dos mundos:
  • El del ser, y
  • El del deber
Así otros filósofos fueron expresando su sentir de los valores teniendo al sujeto en sus presentaciones y andar en sus sentimientos, gustos, aspiraciones, deseos, intereses, etc., etc.
Se puede considerar como VALOR el grado de importancia, significación o sentido que adquieren los objetos, las acciones, las situaciones o posiciones abstractos o materiales, en la medida en que responden a las necesidades de la especie y del ser humano en un determinado momento, y la lucha por ello, al ubicar y jerarquizar los bienes materiales y espirituales en orden de importancia. Se habla de lo que vale un objeto para satisfacer una necesidad y por otro lado, se manifiesta la dependencia de constituir la meta de la vida.
En el tema de valores ha sido una preocupación del ser humano, aceptar como bueno, justo, bello y útil y como malo lo injusto, feo, perjudicial, han sido interrogantes a lo que el hombre ha tenido que buscar respuesta, en este buscar han tratado de que la conducta y actuar tanto en lo personal como social tenga una línea de aceptación y a su vez una corrección para aquello que no se ajuste a los ideales de los valores de lo bueno y se ha concebido una ética que la podemos marcar en aquellos valores que llamamos jurídicos y trataremos en este trabajo.
Desde el punto de vista psicológico, los valores son un reflejo y expresión de relaciones verdaderas y reales, que constituyen reguladores importantes en la vida de los hombres.
Desde el punto de vista jurídico, los valores van encaminados a la protección desde el orden material y espiritual de la sociedad, haciéndose expositivas en las regulaciones y sanciones para el orden deseado. Es el respeto a la igualdad social que se expresa en que los seres humanos sean acreedores de los mismos derechos y oportunidades, sin distinción por diferencias de origen, edad, sexo, ocupación social, desarrollo físico, mental, cultural, color de la piel y cualquier otro.
Desde el punto de vista pedagógico, esta formación debe lograrse como parte de la educación general, científica que reciben los jóvenes: como conocimiento, como producto del reconocimiento de su significación que se transforma en sentido personal y se manifiesta como conducta.
Analizar los valores es también apreciar en alto grado los elementos de nuestra cultura, las relaciones humanas, a las personas, determinados sistemas políticos, morales, y jurídicos que afectan la persona, el hogar, nuestra escuela y la sociedad en general. Por ello, debemos desarrollar valores en los ciudadanos que les sirvan para el desempeño de su profesión.
Los valores profesionales son entendidos como aquellas cualidades de la personalidad y jurídico que expresan significaciones sociales de redimensionamiento humano y que se manifiestan relacionadas al quehacer profesional y modos de actuación. Los valores profesionales del derecho y en general no son más que los valores humanos contextualizados y dirigidos hacia la profesión. Sus significados se relacionan con los requerimientos universales y particulares a la profesión del derecho. Los valores constituyen a su vez rasgos de la personalidad profesional y contribuyen a definir una concepción y sentido integral de la profesión.
Como vemos los valores se aplican en toda la dinámica de la vida social y su protagonista es el hombre y como tal son coadyuvado y llevado con todos aquellos valores sociales y que se van arraigando en el decursar de su existencia y se van enmarcando en la actividad profesional que este actuante realiza en la sociedad desde el punto de vista entre ellos psicológicos, educativo, jurídico, etc., etc.
Vamos hablar en este tema del derecho y/o valores jurídicos, El derecho, como toda obra del hombre, ha sido creado para algo, tiene un objetivo final que a la vez es su razón de ser. ¿Qué es ese "algo" que el derecho quiere lograr? ¿Hacia donde se dirige la ciencia jurídica? ¿Cuáles son los valores que hacen parte de su "ser" y que, al mismo tiempo, quiere él introducir en la sociedad global? Tocamos acá el tema interesante de la esencia del derecho. Para GERMAN ROJAS GONZALEZ ese "algo" son los valores fundamentales de la sociedad.

los nuevos valores en la sociedad 


Podemos empezar comentando que a largo del tiempo el término valores ha sido desvirtuado y se ha utilizado indiscriminadamente sin tener en cuenta la verdadera magnitud y trascendencia del mismo. Desafortunadamente en la actualidad no se les concede a los valores la importancia que realmente tienen. Uno de los síntomas de la sociedad contemporánea es el deterioro moral, manifestado por un cambio progresivo que consiste en la aceptación de opciones que en otros tiempos fueron consideradas como delictivas por el común sentido moral. Mencionaré solo algunos ejemplos de ese cambio, de ese trastrocamiento que han sufrido los valores: En el idioma actual se le dice ANTICUADA; a la mujer decente, ARTE; a la pornografía, AUTENTICO; al que no sabe obedecer. También se dice que una BUENA FAMILIA; es la familia con dinero y se le llama COMPENSACION; al robo, o que alguien es de CRITERIO ABIERTO; cuando carece de valores. En el idioma actual se dice que es CULTO; al que lee todo lo que cae en sus manos, se le dice DETALLE; a la amante, o se cree que EDUCAR; es pagar una escuela cara. Se le tacha de FANATICO; al que habla o escribe una jerarquía en la que prevalece Dios, se le dice FRANQUEZA; A la grosería, que alguien es HABIL; cuando engaña, o que es un IDIOTA; Al hombre bueno y que es un IMBÉCIL; Al que perdona. Así mismo que un INTELECTUAL; es el que habla excluyendo a Dios. Otros ejemplos de esta tergiversación de valores son los conceptos PARA ADULTOS; A espectáculos inmorales, PERSONALIDAD; A la comodidad vestida en boutiques, PRUDENCIA; A la cobardía y REHACER SU VIDA; Al adulterio. Finalmente se dice que SABE VIVIR; A quien malgasta el dinero en todo tipo de lugares, se le llama SABROSA CONVERSACIÓN; A Difamar y que es una VÍCTIMA; La mujer dedicada a la familia. Con esto nos damos perfecta cuenta de lo mal orientados que están la mayoría de los integrantes de nuestra sociedad actual. Conscientes de tal problemática insistimos en que es necesario plantear opciones que permitan rescatar valores, para recomponer el marco social, comenzando por el educacional y que repercuta en la familia, como base de la sociedad. Por lo tanto, tendremos que iniciar por retomar:
Ética: es la parte de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la moral.
Moral: es el conjunto de normas, usos, costumbres y conductas aprobadas por la sociedad. De tal manera que nuestra moral a cambiado paulatinamente y se ve reflejada en las prácticas viciosas que cada día presenciamos y que dañan de sobremanera a nuestra sociedad. La búsqueda de valores auténticos debe ser por lo tanto una prioridad en cada persona, en cada familia y en cada institución, para que se refleje en una práctica virtuosa que ayude a componer ese marco social. Es muy importante por ello, mencionar solo algunos valores que debemos buscar, reencontrar, y sobre todo practicar. Entre los cuales se encuentran el RESPETO, la HONRADEZ, el PATRIOTISMO, la AMISTAD, la LEALTAD y la HONESTIDAD.
Retomar el valor que tienen La SENCILLEZ, la GENEROSIDAD, la SOLIDARIDAD, la PERSEVERANCIA, la AUTENTICIDAD o la RESPONSABILIDAD.

Los valores morales en nuestros Días


Cuando hablamos de “valores morales”, es importante notar que éstos están frecuentemente constituidos por hábitos establecidos en un grupo o sociedad y que deben subordinarse a la valoración ética. Asimismo, la crisis y cambio de valores morales no significa necesariamente una amenaza o un peligro, se puede ver como algo saludable.
Al parecer en nuestros días los valores morales fueron perdiendo presencia en nuestros actos, poniéndolos en último lugar y reemplazados. Ahora existen las adicciones al sexo, a la comida, al trabajo, al consumismo, a la televisión, a las computadoras, a los juegos electrónicos y a la violencia, incluso dentro de la familia.

Muchos rechazan los principios morales que nuestros padres y la generación anterior nos inculcaron, por encontrarlos "pasados de moda".   La razón principal es que la gente de hoy no ve la relación entre estos principios y la realización de la persona humana. Esa generación se limitó a transmitir unos principios pero sin establecer claramente su dimensión personal, su conexión con la dignidad de la persona y sus demás valores. En otras palabras, la educación moral quedó despersonalizada.

 No es que nuestros padres o educadores conscientemente dejaran de mostrárnoslos. Lo que pasó fue que el contexto social de la generación pasada era diferente. La sociedad de hace 40 años en general gozaba de unas leyes, un entorno, un sistema educativo, en una palabra, una cultura, que apoyaba la vida familiar y la moral básica. La objetividad de los principios morales fundamentales no se cuestionaba, excepto en algunos círculos académicos.

Pero vino la famosa y convulsa década de los 60 y todo lo que antes "se cocinaba en la penumbra", por decirlo de algún modo, pasó al frente de la cultura, de la vida social. No sólo fueron los medios de comunicación y del entretenimiento los que comenzaron a difundir el relativismo moral que vivimos hoy.

En la sociedad actual, siempre estamos escuchando o haciendo comentarios como: "es que se están perdiendo los valores", "existe una pérdida total de valores”. Generalmente cuando realizamos comentarios sobre la pérdida de los valores, estamos haciendo referencia a los valores morales y sociales.
Cada ser humano tiene distinta concepción y medida de valor, de acuerdo con sus parámetros y necesidades, por lo que podríamos pensar que los valores morales son relativos. Sin embargo, cuando mencionamos el término valor, siempre lo hacemos desde su connotación positiva, siempre lo relacionamos con el lado bueno, perfecto, valioso, Además es un término que no admite matices,  por lo tanto se tiene o no se tiene valores morales y sociales.


También los valores morales son inherentes al ser humano, mientras más valores morales posee la persona, se es más humano y se posee mayor calidad de ser humano.
Los seres humanos vamos interiorizando los valores morales en el núcleo familiar, generalmente con el ejemplo. De nuestros padres y familiares aprendemos el respeto, la tolerancia, la honestidad, la generosidad, la responsabilidad, entre otros.
A medida que maduramos y crecemos como personas nos vamos familiarizando con otro tipo de valores, entonces comenzamos a interiorizar losvalores sociales, y comenzaremos a pensar en el respeto a nuestros semejantes, la cooperación, la comprensión, la vocación de servicio, entre otros.
Siempre, cuando se presentan condiciones de emergencia, estos valores afloran en la mayoría de los seres humanos. Sin importar que conscientemente no se practiquen.
Los valores son inherentes a los seres humanos que viven en sociedad actual.        










































































Comentarios

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